ISSN: 2155-9899
Lise Hoj Thomsen y Alexander Rosendah
Los monocitos se originan a partir de células progenitoras en la médula ósea y se desplazan a través del torrente sanguíneo hacia los tejidos periféricos. Durante la homeostasis y en las respuestas a patógenos claros, los monocitos circulantes abandonan el torrente sanguíneo y migran a los tejidos donde, luego de la exposición a factores de crecimiento locales, citocinas proinflamatorias y productos microbianos, se diferencian en macrófagos o subpoblaciones de células dendríticas. La diabetes tipo 1 (T1D) es una enfermedad caracterizada por la eliminación de las células β productoras de insulina en el tejido pancreático a través de la activación principalmente del sistema inmunitario adaptativo. En las enfermedades metabólicas, es decir, la obesidad, la diabetes tipo 2 (T2D) y las complicaciones diabéticas, la inflamación es impulsada principalmente por los macrófagos y se ha demostrado que es fundamental para la progresión de la enfermedad, incluso cuando los niveles de glucosa en sangre están bien controlados. Esta revisión describe algunas ideas y tendencias actuales con respecto a la participación de monocitos y macrófagos y su polarización en enfermedades metabólicas que podrían abrir nuevas áreas terapéuticas para la creciente población diabética.