ISSN: 2475-3181
Balwant Singh Gill
Várices esofágicas:Las várices esofágicas son venas esofágicas distales submucosas dilatadas que conectan las circulaciones portal y sistémica. Esto sucede debido a la hipertensión portal (más comúnmente como resultado de la cirrosis), la resistencia al flujo sanguíneo portal y el aumento del flujo sanguíneo venoso portal. La complicación fatal más común de la cirrosis es la ruptura de las várices; la gravedad de la enfermedad hepática se correlaciona con la presencia de várices y el riesgo de sangrado.
Várices esofágicas sangrantes: Ningún tratamiento único para las várices esofágicas sangrantes es apropiado para todos los pacientes y situaciones. En este artículo se presenta un algoritmo para el manejo del paciente con hemorragia aguda. Se analizan las opciones de terapia definitiva a largo plazo y los criterios de selección de cada una.
Fisiopatología y manejo de las várices esofágicas: Las várices esofágicas son una de las complicaciones más comunes y graves de las enfermedades hepáticas crónicas. Se revisan nuevos aspectos en epidemiología, patogenia y tratamiento de las várices. La escleroterapia es el tratamiento de primera línea para la hemorragia aguda. La prevención del sangrado inicial o recurrente sigue siendo insatisfactoria. Los bloqueadores β son ligeramente superiores a la escleroterapia con respecto a la profilaxis del primer sangrado. Se pueden usar bloqueadores β o escleroterapia para la profilaxis del sangrado recurrente. Sin embargo, los regímenes de tratamiento profiláctico no tienen un impacto importante en la supervivencia. El tratamiento combinado, nuevos medicamentos o nuevos dispositivos pueden ayudar a mejorar la eficacia de las medidas profilácticas.
Terapia endoscópica para las varices esofágicas: Entre las opciones terapéuticas endoscópicas para las varices esofágicas (EV), la ligadura endoscópica de las varices (EVL) ha demostrado ser más efectiva y segura en comparación con la escleroterapia endoscópica y actualmente se considera como la primera elección.
En el sangrado EV agudo, la terapia vasoactiva (ya sea con terlipresina o somatostatina) antes de la endoscopia mejora los resultados; además, la profilaxis antibiótica tiene que adoptarse en general.
La inyección de pegamento para várices (cianoacrilatos) parece ser eficaz en el tratamiento de várices esofágicas y gástricas. La prevención de nuevas hemorragias se puede proporcionar tanto con EVL solo como con
combinado con bloqueadores β no selectivos. Además, EVL puede adoptarse para la profilaxis primaria, sin diferencias en la mortalidad en comparación con los fármacos, en sujetos con várices grandes y no aptos para un régimen de β-bloqueadores.
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