ISSN: 2572-4916
Aakshi Kainthola
La enfermedad de los huesos de Paget (Siris y Roodman 2003) es una enfermedad crónica de remodelación ósea que generalmente afecta la columna vertebral, la pelvis, las piernas o la cabeza (aunque cualquier hueso puede verse afectado). Su impacto puede reducirse si se detecta a tiempo. Debido a un mayor número de osteoclastos hiperactivos, las personas con esta enfermedad ven un aumento en la pérdida ósea en la región afectada. Mientras que el desarrollo óseo aumenta para compensar la pérdida, la rápida síntesis de hueso nuevo hace que la estructura se desordene. El hueso resultante se expande en tamaño, lo que está relacionado con una mayor producción de vasos sanguíneos y tejido conectivo en la médula ósea. A pesar de que la enfermedad de Paget es la segunda enfermedad ósea más popular después de la osteoporosis, muchas inquietudes sobre su fisiopatología siguen sin respuesta. La enfermedad de Paget tiene una fuerte propensión familiar, aunque no se ha identificado ningún defecto genético único que pueda explicar todos los casos. La enfermedad de Paget puede transmitirse de generación en generación en una familia afectada; Entre el 15 y el 40 % de los pacientes tienen un familiar que padece la afección (Morales-Piga et al. 1995). La enfermedad de Paget puede manifestarse de varias formas porque afecta los huesos de todo el cuerpo. Un escenario de ejemplo podría ser un hombre de unos 60 años que visita a su médico con dolor en la cadera. El médico puede diagnosticarle artritis y recetarle ibuprofeno o paracetamol (Tylenol). Una prueba de detección normal puede revelar un nivel alto de fosfatasa alcalina varios años después. Esta prueba conduciría posteriormente al uso de una gammagrafía ósea y una radiografía, que revelarían la enfermedad del fémur y los huesos pélvicos de Paget.