Anestesia e Investigación Clínica

Anestesia e Investigación Clínica
Acceso abierto

ISSN: 2155-6148

abstracto

O2 y N2O: Entre la roca y el lugar duro

Humberto S. Machado

El uso de oxígeno y óxido nitroso es parte de la práctica anestésica desde siempre. Estos gases siguen la práctica anestésica en casi todos los tipos de entornos clínicos, procedimientos y pacientes. Sus indicaciones y limitaciones de uso son bien conocidas. En los últimos años se ha abordado un gran debate, ya sea en la literatura o en reuniones científicas, sobre los posibles malos resultados relacionados con el uso de ciertas cantidades de oxígeno y el uso de óxido nitroso. El objetivo de esta revisión es recopilar información relacionada con estos dos temas, a partir de las publicaciones recientes más relevantes (2000-2016). Los resultados muestran que ambos fármacos anestesiólogos tienen sus ventajas y desventajas, siendo el objetivo clínico, el procedimiento y el tipo de paciente lo que más contribuirá a la decisión final. Como conclusión se encontró que, 1) el oxígeno es un fármaco que salva vidas por un lado, pero su uso debe ser juicioso ya que su alta fracción inspirada puede tener implicaciones directas en el bienestar pulmonar, y 2) el óxido nitroso tiene sus conocidas contraindicaciones que deben ser tomado en consideración y descartar su uso cuando no sea clínicamente apropiado, sin embargo no existe evidencia que indique una discontinuación formal de su uso, y en ciertos escenarios clínicos puede ser de utilidad relevante.

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