ISSN: 2153-0637
Melissa Johnson y Chastity Bradford
La relación entre la dieta y la enfermedad se ha establecido desde hace mucho tiempo, con evidencia epidemiológica y clínica que afirma el papel de ciertos ácidos grasos en la dieta. Clases en la patogenia de la enfermedad. Dentro de la misma clase, diferentes ácidos grasos pueden exhibir efectos beneficiosos o perjudiciales, con implicaciones en la progresión o prevención de la enfermedad. Junto con otros ácidos grasos y lípidos, los ácidos grasos omega-3, -6 y -9 forman el lipidoma, y con la conversión y el almacenamiento del exceso de carbohidratos en grasas, se produce la trascendencia del glicoma al lipidoma. Los ácidos grasos esenciales omega-3 generalmente se asocian con el inicio de respuestas antiinflamatorias, mientras que los ácidos grasos omega-6 se asocian con respuestas proinflamatorias. Los ácidos grasos omega-9 no esenciales sirven como componentes necesarios para
otras vías metabólicas, que pueden afectar el riesgo de enfermedades. Estos ácidos grasos que actúan como restos de lípidos independientes pero sinérgicos que interactúan con otras biomoléculas dentro del ecosistema celular personifican el papel crítico de estos ácidos grasos en la homeostasis y la salud en general. Esta revisión se centra en los roles funcionales y los mecanismos potenciales de los ácidos grasos omega-3, omega-6 y omega-9 con respecto a la inflamación y la patogénesis de la enfermedad. Se pone especial énfasis en las enfermedades cardiovasculares, la principal causa de morbilidad y mortalidad en los Estados Unidos.