ISSN: 2165-8048
Chitra Lal
La prevalencia del síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS) aumenta con la edad. Dado que la demencia también se considera una enfermedad del envejecimiento, surge la pregunta de si existe un vínculo entre estos dos trastornos. ¿El SAOS comórbido causa un mayor empeoramiento del funcionamiento cognitivo y su tratamiento con presión positiva continua en las vías respiratorias (CPAP) mejoraría estos déficits neurocognitivos? En un estudio prospectivo reciente de 298 mujeres sin demencia, con una edad media de 82,3 años, mujeres con trastornos respiratorios del sueño (como se define en este estudio por un índice de apnea-hipopnea, es decir, AHI, de 15 o más eventos por hora del sueño) tenían un mayor riesgo de desarrollar deterioro cognitivo en comparación con las mujeres que no tenían trastornos respiratorios del sueño [1]. Otro estudio transversal de 448 mujeres que vivían en la comunidad con una edad media de 82,8 años encontró una asociación significativa entre los trastornos respiratorios del sueño medidos objetivamente mediante polisomnografía y el deterioro cognitivo. Además, la asociación entre el AHI y la puntuación del Mini-Mental State Examination fue mucho mayor en los portadores del alelo Apolipoprotein E epsilon4 (ApoE4) [2]. El alelo ApoE4 se ha relacionado en estudios anteriores con un mayor riesgo de desarrollar SAOS, así como demencia de Alzheimer de aparición temprana.