ISSN: 2167-1044
Tiago Santos y Nuno Madeira
El término neurosis tiene una larga tradición en la nosología psiquiátrica. Fue introducido por primera vez por Cullen refiriéndose a enfermedades del sistema nervioso en las que no había una lesión física evidente. Evolucionó a un uso amplio con la asunción de un significado etiológico en la literatura psicodinámica. En parte como resultado, se ha eliminado como principio organizador en las clasificaciones psiquiátricas que subsisten, sin embargo, en el encabezado de un grupo de trastornos de la CIE-10.
Sin embargo, en el contexto clínico, los términos “neuroticismo” y “neurótico” a menudo se utilizan como un diagnóstico informal para un grupo relativamente grande de pacientes que presentan síntomas depresivos y de ansiedad de un patrón crónico fluctuante y frecuentemente asociados con rasgos de personalidad desadaptativos subyacentes.
Lo más interesante es que subsiste un debate apasionante entre médicos e investigadores sobre cómo categorizar a estos pacientes. El concepto de distimia es desafiado por varias cuestiones metodológicas y epistemológicas, junto con un número creciente de autores que sostienen que otras construcciones describen mejor la naturaleza evolutiva de lo que Schneider llamó “la aristocracia del sufrimiento”.
Los autores abordan estos temas revisando la literatura científica disponible, sugiriendo que, paradójicamente, las clasificaciones actuales sobre el tema no describen de manera efectiva los aspectos centrales de un conjunto de pacientes común y que consume muchos recursos.