ISSN: 2167-7700
Mariano Provencio Pulla, Antonio Sánchez Ruiz, Magda Palka Kotlowsk y Miriam Méndez García
Los pacientes con cáncer de pulmón de células no pequeñas (NSCLC) en estadio clínico IIIA-N2 tienen una duración de 5 años
supervivencia global
(OS) de solo 10%-15%, y disminuye a 2-5% en pacientes con enfermedad voluminosa N2 de mediastina. La eficacia de
cirugía
en esta etapa es limitado y sigue siendo controvertido. En 4 estudios diferentes con un total de 1180 pacientes que se sometieron a resección quirúrgica, la supervivencia a los 5 años fue del 14-30% [1-4]. Para mejorar esta tasa y apoyada por la introducción de nuevos agentes quimioterapéuticos, se ha agregado la quimioterapia de inducción (QT) al enfoque de tratamiento en esta etapa. Las ventajas teóricas de la TC de inducción incluyen: evaluación in vivo de la respuesta a la TC, que ayudaría a identificar a los pacientes que podrían beneficiarse de
adyuvante
TC; tratamiento temprano de micro metástasis para aumentar el control de metástasis a distancia; reducción de la resistencia a los medicamentos debido a la exposición temprana a
agentes quimioterapéuticos
y mayor capacidad de resección quirúrgica, debido a la mejora de las tasas de respuesta que también permite la preservación del parénquima pulmonar sano.