ISSN: 2167-0501
Harrison J Stratton, Darien L Allen, Jie Wu y Michael S Shafer
Enfocarnos en desarrollar intervenciones terapéuticas más efectivas para aliviar los síntomas de los trastornos de salud mental ha sido una fuerza impulsora importante en nuestra búsqueda para comprender el cerebro humano. Los tratamientos actuales para los trastornos de salud mental se basan en la modulación de los sistemas de neurotransmisores, como la norepinefrina, la serotonina, la dopamina y el GABA, para lograr el alivio terapéutico de los síntomas. Si bien hay muchos medicamentos que se dirigen individualmente a estos sistemas específicos, el tratamiento a menudo produce efectos secundarios no deseados o un alivio incompleto. Para contrarrestar esta falta de eficacia del tratamiento, debemos investigar otras vías para lograr los mismos o mejores resultados para llegar potencialmente a aquellos pacientes resistentes a los tratamientos comunes. Uno de estos sistemas es el Sistema Cannabinoide Endógeno (SEC), que está compuesto por los receptores metabotrópicos CB1 y CB2. Estos receptores acoplados a proteína G son responsables de mediar los efectos de la ingestión aguda de cannabis, así como de modular una serie de funciones centrales, incluidas la emoción, la memoria y la recompensa. Debido a la naturaleza ubicua de la expresión de las proteínas ECS, existe una amplia superposición entre las regiones del cerebro que muestran altos niveles de expresión de receptores y las que están involucradas en los trastornos de salud mental. En consecuencia, los receptores CB podrían usarse como una ruta para modular los niveles de otros moduladores, como la dopamina, que se sabe que desempeñan un papel crucial en la progresión de una serie de trastornos de salud mental. Aquí revisaremos el sistema cannabinoide endógeno y sus ligandos naturales, además de cómo este sistema podría estar potencialmente involucrado en los trastornos afectivos, los trastornos de ansiedad y la esquizofrenia.