ISSN: 2332-0915
Sokol Preçi y Gentian Vyshka
El crimen y los perpetradores han estado bajo el escrutinio de expertos forenses y psiquiatras desde hace siglos. Este interés es comprensible, si consideramos las consecuencias sociales de una conducta delictiva. Cesare Lombroso concluyó siglo y medio antes que algunos parámetros antropométricos faciales y craneales podrían sugerir la tendencia de alguien a la conducta delictiva. Los avances tecnológicos pero también los problemas éticos han provocado el desvanecimiento de sus teorías. Sin embargo, investigaciones neurorradiológicas recientes han encontrado correlaciones con los valores volumétricos de ciertas regiones del cerebro y el comportamiento delictivo. En el presente documento se sugieren y discuten dos enfoques; la primera centrada en los rasgos delictivos del autor del delito (incluyendo parámetros antropométricos) y la segunda, poniendo bajo escrutinio las características del delito, más que las del propio autor del delito.