ISSN: 2155-9899
Dapeng Jin, Hongyu Zhang y Jun Sun
Las enfermedades inflamatorias del intestino (EII), incluidas la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, se caracterizan por la inflamación intestinal crónica, que es cada vez más frecuente en las sociedades occidentales , y se está extendiendo al resto del mundo. Aunque la etiología de la EII es poco conocida, se acepta ampliamente que varios factores pueden ser cruciales, entre los que se incluyen la genética, la dieta y el estilo de vida, la inmunidad, el medio ambiente y la microbiota. En la última década, se lograron grandes avances hacia una mejor comprensión de la EII, personificados por un progreso de gran alcance en el campo del microbioma. En esta revisión, resumimos el conocimiento actual sobre cómo los cambios en la microbiota pueden afectar la patogenia de la EII. Las bacterias comensales, normalmente benignas, son esencialmente oportunistas que pueden asumir fácilmente el control y contribuir potencialmente a la disbiosis, que, a su vez, promueve la patogénesis. Se ha demostrado que varios patógenos, principalmente Mycobacterium avium paratuberculosis, Escherichia coli invasiva adherente, Clostridium difficile, Campylobacter y Salmonella, están asociados con la EII, pero la causalidad sigue sin demostrarse. El microbioma se compone no solo de bacterias, sino también de virus, bacteriófagos y hongos. Sin embargo, poco se sabe sobre el papel de este último. Destacamos investigaciones recientes sobre virus, bacteriófagos y hongos en la EII. También discutimos el progreso en la manipulación de la microflora para fines terapéuticos. La metodología de manipulación de la microbiota abarca el trasplante fecal, pre, pro, sin y postbióticos, helmintoterapia, bacteriocinas, bacteriófagos, etc., lo que enriquece enormemente el arsenal contra la EII. La manipulación del microbioma intestinal representa un tipo prometedor de terapia para la EII.