ISSN: 2169-0138
Bimal Roy Krishna
El asma se considera principalmente un trastorno inflamatorio con broncoconstricción secundaria . Las manifestaciones del paciente suelen ser dificultad para respirar, sibilancias, tos y opresión en el pecho. La intensidad puede variar con el tiempo y exacerbarse con factores externos que irritan aún más las vías respiratorias. Si bien la hiperactividad bronquial y la inflamación de las vías respiratorias pueden estar presentes, no son los únicos factores que determinan el diagnóstico. La identificación de factores externos y de otro tipo que exacerban el asma es crucial y el tabaquismo también es un factor modificable. Los pacientes de alto riesgo, incluidos los pacientes geriátricos y pediátricos, pueden requerir un tratamiento más agresivo. Los objetivos a largo plazo del tratamiento son lograr un alivio sintomático a largo plazo que puede incluir el uso de agentes profilácticos. El manejo del asma apoyó inicialmente el uso de un broncodilatador de acción corta y el manejo profiláctico cuando se consideró necesario. Las categorías de medicamentos para el asma incluyen medicamentos de control, de alivio, profilácticos y complementarios. A partir de 2019, las pautas de GINA ya no respaldan el uso de broncodilatadores de acción corta como terapia inicial preferida. La terapia preferencial ahora favorece el uso de corticosteroides inhalados con un broncodilatador de acción corta. Se inicia un enfoque escalonado cuando es necesario, que incluye el ajuste de la dosis de corticosteroides inhalados con broncodilatadores y, eventualmente, incluye medicamentos complementarios y monoclonales. Esta presentación describe la patogenia del asma, la presentación y el diagnóstico del paciente y las pautas de tratamiento actuales. Aunque el asma no se puede curar, el manejo adecuado puede controlar la enfermedad y permitir que las personas disfruten de una buena calidad de vida.