ISSN: 2684-1630
Martin-Gomez MA, Frutos Sanz MA, De Ramon Garrido E, Camps Garcia T, Valiente Sanchis L, Valera Cortes A, Fernandez Nebro A, Garcia Gonzalez I, Toledo Rojas R
La enfermedad renal ha influido en el pronóstico de los pacientes con lupus eritematoso sistémico (LES). Afortunadamente mejores estrategias y nuevos inmunosupresores en las últimas décadas han mejorado el pronóstico renal y de supervivencia. Estudiar la supervivencia renal y del paciente y los factores pronósticos en una cohorte de 144 pacientes con nefritis lúpica (NL) grave durante un período de 25 años en tres centros del sureste de España. Realizamos un análisis retrospectivo de cuatro grupos en relación con el tiempo y el tipo de tratamiento de inducción y mantenimiento. Grupo A (1985-1990: ciclofosfamida iv [ivCyP] 24 meses); Grupo B (1991-2000:6 mensual +18 trimestral ivCyP); Grupo C (2001-2004: ivCyP quincenal) más azatioprina [AZT] o ácido micofenólico [MA]; Grupo D (2005-2010: MA). El tiempo total de seguimiento fue de 124+86 m. En los dos primeros años, se experimentó una tasa de respuesta completa o parcial satisfactoria en 92 (77 %) sin diferencias intergrupales. No hubo diferencia entre los grupos para la actividad lúpica, la función renal o la proteinuria en medidas repetidas a los 6, 18 y 24 meses de seguimiento. La supervivencia global de los pacientes mediante la prueba de Kaplan Meier a los 5, 10 y 20 años fue del 92 %, 87 % y 80 %, respectivamente. El análisis multivariado de Cox confirmó que los factores pronósticos independientes de muerte fueron la edad avanzada al momento del diagnóstico (Hazard Ratio: 1,05), la supervivencia renal (HR: 1,55) y tener una infección (p=0,044). Asimismo, la supervivencia renal global a los 5, 10 y 20 años fue del 91,2%, 80,7% y 61,5%, respectivamente. Los factores pronósticos finales fueron un mayor nivel de creatinina basal (HR 1,30) y alcanzar la remisión completa (HR 0,23). No se encontraron diferencias intergrupales significativas con respecto a la supervivencia renal y del paciente. Cuarenta y cinco de 115 pacientes que respondieron (39%) durante todo el seguimiento sufrieron una o más recaídas. Los pacientes mantenidos con AZA tenían mayor riesgo de desarrollar un brote. El tratamiento de la NL grave con diferentes estrategias adaptadas a la evolución del conocimiento con ivCF o MA fueron efectivos y seguros, incluso con esquemas que reducen progresivamente tiempos y dosis, consiguiendo una supervivencia real y esperanzadora del paciente y renal, sin diferencias entre grupos.< /p>