ISSN: 2161-0665
Oreste Battisti*,Jean-Marie Bertrand,Hatem Rouatbi,Gustavo Escandar
Tradicionalmente, el cierre de defectos del tabique ventricular (CIV) ha sido un procedimiento quirúrgico; sin embargo, en 1988 Lock et al. [1] marcó el comienzo de la era del cierre percutáneo de la comunicación interventricular cuando informaron sobre los resultados del cierre transcatéter de CIV utilizando el dispositivo de doble paraguas de Rashkind en seis pacientes con CIV congénita y adquirida. Estos investigadores también informaron sobre la técnica de usar un asa de alambre arteriovenoso como parte del cierre que todavía se usa en la actualidad. Desde su informe inicial, se han utilizado varios dispositivos además del dispositivo Rashkind para cerrar VSD, incluidos dispositivos diseñados específicamente para este propósito. Por lo tanto, el cierre percutáneo de CIV se ha convertido en una alternativa aceptable al cierre quirúrgico de CIV musculares, traumáticas, postoperatorias residuales y postinfarto. El cierre del dispositivo transcatéter sigue siendo controvertido para los VSD perimembranosos, aunque es secundario al riesgo de bloqueo cardíaco. El propósito de este artículo es informar sobre el estado actual del cierre percutáneo de las CIV.