ISSN: 2385-4529
Abbey Alkon, Sara F. Waters, W. Thomas Boyce, Megan M. Johnson, Kim G. Harley, Brenda Eskenazí
Antecedentes: Treinta y siete por ciento de los niños hispanos y latinos menores de 5 años viven en la pobreza en los Estados Unidos. Los niños que crecen en condiciones de adversidad acumulada corren un riesgo mucho mayor de sufrir un ajuste psicosocial comprometido con ramificaciones duraderas para la salud mental y física. Este estudio evaluó si las relaciones entre la adversidad temprana en la vida y las conductas de externalización posteriores fueron moderadas por la reactividad del sistema nervioso autónomo (SNA) de los niños inmigrantes, pobres, mexicano-estadounidenses. Métodos: Se calculó un índice de adversidad socioeconómica acumulativa de la exposición de los niños a la pobreza, la ausencia del padre, el hacinamiento en el hogar, madres que hablan español y malas condiciones de vivienda a los 6 meses y 1, 3,5 y 5 años de edad. A los 5 años, los perfiles de ANS durante el reposo y los desafíos que evocan emociones y sociales se calcularon como puntuaciones de diferencia combinadas parasimpáticas y simpáticas. A los 7 años, los padres evaluaron los problemas de comportamiento de externalización de los niños. Resultados: Los modelos de regresión múltiple (n=220) mostraron que las relaciones entre la adversidad socioeconómica acumulada y las conductas de externalización fueron moderadas por los perfiles de coactivación del ANS de los niños durante un desafío social, que no evoca emociones, controlando las covariables relevantes. Conclusiones: Los niños que viven en condiciones adversas a una edad temprana con respuestas psicobiológicas específicas a los desafíos sociales pueden estar en riesgo de desarrollar problemas de conducta externalizados más adelante en la vida.