ISSN: 2161-0940
Pavel Poredos
Las venas varicosas suelen ser un signo de una enfermedad benigna, sin embargo, con la progresión de la enfermedad y la edad avanzada, pueden conducir a un problema clínico grave. Además de la insuficiencia venosa crónica, la trombosis venosa superficial (TSV) representa una de las complicaciones más frecuentes que puede complicarse con la trombosis venosa profunda (TVP) y la embolia pulmonar. Los factores de riesgo clásicos para la TSV son similares a los de la TVP. Sin embargo, las venas varicosas representan uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de SVT. En las venas varicosas, el flujo sanguíneo suele ser turbulento, con un aumento de la tensión de cizallamiento que provoca daño vascular, lo que provoca disfunción endotelial y deterioro estructural de la pared del vaso acompañado de una respuesta inflamatoria. Debido a cambios en las condiciones hemodinámicas, en las venas varicosas se cambia la constitución de la sangre. En las venas varicosas, el nivel de hematocrito aumenta y, en consecuencia, la viscosidad de la sangre. Además, en la sangre de las venas varicosas aumentan los marcadores inflamatorios circulantes, así como los marcadores circulantes de daño endotelial. También hay desequilibrio entre los factores pro y anticoagulantes y entre los agentes pro y antifibrinolíticos que favorecen el microambiente hipercoagulable. Por lo tanto, las venas varicosas representan el mayor riesgo de desarrollo de SVT.