ISSN: 2157-7064
Toshihiko Hanai
La interacción molecular (MI) es un fenómeno fundamental en la naturaleza. La cromatografía es una herramienta para medir cuantitativamente el grado de interacciones moleculares. La explicación cualitativa se ha realizado utilizando factores de solubilidad [1]. La explicación cuantitativa se logra mediante cálculo computacional químico (In silico). Las fuerzas de interacción molecular son una combinación de factores de solubilidad y se pueden obtener como valores de van der Waals, enlaces de hidrógeno y energía electrostática después de cálculos de mecánica molecular (MM2). El estudio simple se puede hacer usando moléculas pequeñas. Los análisis del modelo deberían ayudar a comprender cuantitativamente los mecanismos de retención cromatográfica. Cuando una molécula pequeña se reemplaza por una macromolécula (fase de modelo de cromatografía), podemos analizar cuantitativamente el tiempo de retención de la cromatografía con los tiempos de retención de los compuestos estándar. Además, cuando la macromolécula es una proteína, podemos estudiar el nivel de afinidad de las proteínas. Además, el apc calculado usando el programa MOPAC indica la reactividad de la enzima. La predicción del punto de ebullición, la constante de disociación y la afinidad de unión de la albúmina al fármaco se demostraron como aplicaciones prácticas de la cromatografía in silico [2].