ISSN: 2329-8790
Mehmet Kurtoglu, Emre Sivrikoz
A pesar de la profilaxis farmacológica, el 50 % de los pacientes quirúrgicos cuyo puntaje de Caprini es >10 desarrollan TEV en el período posoperatorio, lo que sugiere que la anticoagulación por sí sola puede no ser suficiente, especialmente en estos pacientes de alto riesgo. pacientes Los estudios clínicos demuestran que el nido del coágulo comienza a formarse durante el tiempo de la operación. Por lo tanto, en el período postoperatorio cuando se inicia la profilaxis farmacológica, los pacientes de alto riesgo pueden haber desarrollado ya un coágulo de sangre para el cual las dosis profilácticas de anticoagulantes serían subóptimas para tratar. Por lo tanto, la profilaxis de TEV debe comenzar en el momento de la inducción de la anestesia. Debido a los riesgos de sangrado asociados con los agentes farmacológicos, las modalidades mecánicas, es decir, los dispositivos de compresión neumática intermitente (IPC), con su eficacia comprobada para reducir el TEV en pacientes con trauma y alto riesgo de sangrado, son herramientas invaluables que deben utilizarse durante la cirugía con frecuencia. Deben iniciarse al inicio de la operación y luego continuarse junto con la profilaxis farmacológica en el postoperatorio hasta la deambulación completa. Además, hay pruebas sólidas de que la aplicación de CNI en cualquier extremidad, incluidos el pie y el brazo, es suficiente para su efecto profiláctico, lo que las hace adecuadas para casi cualquier tipo de cirugía. En conclusión, la profilaxis combinada farmacológica y mecánica debe utilizarse con mayor frecuencia en pacientes quirúrgicos que tienen un alto riesgo de TEV.