ISSN: 2329-9096
Xavier A Duralde*
La articulación glenohumeral es una articulación mínimamente restringida con un tremendo rango de movimiento. La estabilidad se obtiene principalmente a través de un grupo de ligamentos dentro de la cápsula de la articulación glenohumeral que conectan el húmero proximal con la cavidad glenoidea a través del labrum. El daño a este sistema de ligamentos en la articulación glenohumeral puede provocar inestabilidad ya sea por estiramiento de los ligamentos o por desgarro de sus inserciones en la cavidad glenoidea por desprendimiento del labrum. La inestabilidad de la articulación glenohumeral varía tanto en grado como en dirección según la ubicación y la gravedad de la lesión que la causa. La inestabilidad a menudo se presenta con distintos patrones de limitaciones funcionales y posicionales y puede incluir una sensación de dislocación inminente, pérdida de fuerza y control o dolor. Durante muchos años, se pensó que la estabilidad anterior abarcaba el 90 % de los casos identificados y que solo el 10 % de los pacientes presentaban algún tipo de inestabilidad posterior.