Revista de Oftalmología Clínica y Experimental

Revista de Oftalmología Clínica y Experimental
Acceso abierto

ISSN: 2155-9570

abstracto

Incidencia de fusión corneal en la práctica clínica: nuestra experiencia frente a un metanálisis de la literatura

Michael Singer, Mario Del Cid, Jennifer Luth, Salman S Porbandarwalla, Angela Herro, Joe Pollard y Paul Woods

Propósito: Evaluar la seguridad a largo plazo de las gotas de AINE y la incidencia de fusión corneal, incluidos factores contribuyentes cuando bromfenac, ketorolaco o nepafenac se usan a largo plazo con una frecuencia de dosificación (hasta cuatro veces al día) en pacientes con edema macular secundario a quistes maculares, agujeros maculares de espesor total, ERM o edema macular cistoide. Se comparó una comparación de los datos de seguridad de nuestras prácticas con los datos informados históricamente para tratar de identificar las tasas de incidencia de derretimiento de la córnea, así como para identificar los factores de riesgo para ayudar a predecir los pacientes en riesgo.
Métodos: El IRB aprobó la revisión retrospectiva de 501 registros de pacientes, divididos equitativamente entre bromfenac, ketorolaco y nepafenac (n=167 cada uno). Los pacientes tomaron AINE durante al menos 3 meses y no más de 120 meses (10 años). Los datos recopilados incluyeron el AINE recetado, el tiempo con el AINE (en meses) y las comorbilidades (centrándose especialmente en la artritis, la diabetes, el ojo seco y la presión arterial alta).
Resultados: En general, la duración media del tratamiento con cualquier AINE fue de 26,1 (≤ 13,6) meses (rango: 3-120 meses). La dosificación fue similar entre los tres AINE, con el 75,5% de los pacientes instruidos para instilar las gotas QID. La mayoría de los pacientes también tenían al menos una condición comórbida: la hipertensión arterial y el ojo seco fueron las más comunes (40,9% y 33,5%, respectivamente). Los motivos por los que se prescribieron los AINE incluyeron agujero macular (37,1%), quiste/pseudoagujero macular (19,2%), MER (30,5%) y edema macular cistoideo (13,2%). No se informaron casos de derretimiento de la córnea.
Conclusión: el derretimiento de la córnea es una condición extremadamente rara que probablemente tiene una etiología multifactorial, que incluye comorbilidades subyacentes, uso de múltiples medicamentos y cirugía. Sin embargo, nuestros datos sugieren que los AINE más nuevos son seguros de usar durante un período prolongado y con una frecuencia de hasta cuatro veces al día sin un mayor riesgo de derretimiento de la córnea.

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