ISSN: 2332-0761
Luigi Antonio Pezón
Los organismos públicos del mundo guardan silencio sobre sus ineficiencias, se tapan unos a otros y otorgan premios Nobel. Sin embargo,
no conocen el mundo real del trabajo. Nunca estudiaron la organización científica del trabajo a nivel mundial. Tal estudio
conduciría automáticamente a descartar soluciones obsoletas, contaminantes y antieconómicas, lo que permitiría a los legisladores corregir
incluso inventos privados. Hubiera sido suficiente estudiar soluciones ambientales y energéticas de forma universal
aplicables en sustitución de las actuales, monotemáticas, que al no cerrar todos los ciclos que se abren, no pueden
para combatir la contaminación global, prevenir inundaciones y sequías, apagar los grandes incendios mundiales, moverse con la tierra y el espacio
medios de transporte en direcciones tridimensionales, sumando el empuje de Newton al de Lorentz. Los inventos actuales no pueden
incluso alargar la vida humana, sustituyendo el corazón natural por uno artificial, energéticamente independiente y con oxigenación
habilidades de la sangre, que, al compensar las insuficiencias pulmonares y metabólicas, derrotaría a la mayoría de los
virus y degeneraciones por envejecimiento.