ISSN: 2155-9937
Hildegunda C. J. Ertl
En los últimos años se ha demostrado un enorme progreso en la inmunoterapia activa de los cánceres a través de vacunas específicas de antígeno tumoral (TA), vacunas T adoptivas Inhibidores de la transferencia celular o del punto de control. Sin embargo, las curaciones completas siguen siendo raras. Las células T CD8+ específicas de TA se agotan rápidamente una vez que ingresan a los tumores sólidos. Este agotamiento, que provoca la pérdida de linfocitos T CD8+ que se infiltran en el tumor durante la progresión del tumor, se debe en parte a restricciones metabólicas, como la hipoxia y la hipoglucemia, dentro del microambiente tumoral (TME). La falta de glucosa obliga a las células T a pasar de la glucólisis para la producción de energía y biomasa al catabolismo de ácidos grasos. Aparentemente, la mayoría de las células T son incapaces de ajustar su metabolismo dentro del TME y, como consecuencia, pierden funciones y eventualmente mueren. El preacondicionamiento de las células T durante su activación inicial en los tejidos linfáticos o su expansión in vitro hacia la beta oxidación de ácidos grasos (FAO) conserva sus funciones y les permite reducir la carga tumoral de manera más eficaz. El metabolismo de las células T CD8+ puede modificarse mediante diferentes tipos de manipulaciones, como la eliminación de HIF-1a u otros factores clave de la ruta de la glucólisis para reducir la cantidad de células’ dependencia de la glucosa. La FAO se puede mejorar directamente mediante el fortalecimiento de la señalización a través de PPAR-a, el principal regulador del metabolismo de los lípidos.