Pediatría y Terapéutica

Pediatría y Terapéutica
Acceso abierto

ISSN: 2161-0665

abstracto

Lesión vascular iatrogénica: fístula arteriovenosa en recién nacidos en la UCIN

Keon Kuk Kim, Sang Tae Choi, Jin Mo Kang, YoungSoon Chun, Yoo Seung Chung, Heung Gyu Park, Jun Hyoub Lee, Yeon Ho Park y Young Kim

Propósito: Los tratamientos invasivos han aumentado los riesgos de lesiones vasculares iatrogénicas en los recién nacidos. Las complicaciones agudas, como la trombosis, la ruptura y el pseudoaneurisma, requieren un diagnóstico preciso y una pronta corrección. En las fístulas arteriovenosas (FAV) identificadas a tiempo, algunas se resuelven espontáneamente mientras que otras progresan y causan problemas mayores; alteraciones potenciales del crecimiento y discrepancias en las extremidades. El artículo tiene como objetivo evaluar el momento de la cirugía según las consideraciones del riesgo de la operación y el curso clínico esperado en neonatos con FAV.
Métodos: Revisamos las historias clínicas de 2776 neonatos ingresados en la unidad de cuidados intensivos neonatales del Departamento de Pediatría de GMC durante el período de 7 años (enero 2010-2017).
Resultados: Ocho (4 hombres, 4 mujeres) tenían lesiones vasculares (0,29%). La edad gestacional media fue 196,4 días (rango, 179-218 días), peso medio al nacer 985 g (rango, 690-1340 g), edad gestacional media en la operación 352 días (rango, 95-679 días), peso medio en la operación 1825 g (rango, 1230-2700 g), y tiempo medio entre diagnóstico de fístula e intervención 308 días (rango, 41-646 días). Se identificó discrepancia definitiva en el tamaño de las extremidades en radiografías simples en 3 pacientes operados más de 1 año después de haber sido diagnosticados con FAV. En 2 neonatos de entre 6 meses y 1 año, el edema de la pierna fue evidente y se resolvió en el posoperatorio. En 3 neonatos con fístulas simultáneas en ambos muslos se prefirió la corrección quirúrgica por lesiones ipsilaterales con soplo intenso a la auscultación. Las pequeñas fístulas contralaterales se resolvieron espontáneamente en estos 3 neonatos dentro de los 6 meses posteriores al diagnóstico inicial de FAV.
Conclusión: la cirugía temprana no debe considerarse obligatoria en todos los neonatos con FAV, en función de las secuelas a largo plazo , el potencial de daño iatrogénico a las estructuras vasculares normales y el amplio espectro de cursos clínicos. La modulación del tiempo operatorio dentro de los 6 meses posteriores al diagnóstico es razonable ya que no aumenta los riesgos de deterioro permanente o secuela y puede evitar una cirugía innecesaria.

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