ISSN: 2329-9096
Randy S. Roth y Robert J. Spencer
La evaluación de las lesiones cerebrales traumáticas leves (mTBI) entre veteranos de guerra de Irak y Afganistán guerras es un gran desafío. Recientemente, los médicos dentro del Sistema de Salud de la Administración de Veteranos de los Estados Unidos han expresado su preocupación por la posible discapacidad iatrogénica relacionada con los esfuerzos de divulgación para identificar a los veteranos con una posible TBI m. Describimos a un veterano con antecedentes de mTBI sostenido durante el combate que se sometió a exámenes repetidos en busca de síntomas cognitivos supuestamente debidos a mTBI, y con descripciones variables de características peritraumáticas graves atribuidas a la exposición a explosiones en múltiples evaluaciones. Las pruebas neuropsicológicas repetidas (NP) indicaron, en general, un deterioro cognitivo mínimo y un rendimiento probablemente inválido en las pruebas (p. ej., poco esfuerzo). La conclusión de consenso de varios exámenes NP atribuyó sus quejas cognitivas a trastornos psiquiátricos, incluido el trastorno de estrés postraumático, en lugar de disfunción cerebral. A pesar de esto, los médicos que trataban al veterano continuaron infiriendo la mTBI como una fuente de sus quejas cognitivas y la discapacidad autoinformada. La reevaluación repetida de la función cognitiva supuestamente atribuible a mTBI pareció reforzar para el veterano una autopercepción errónea de daño cerebral permanente y severo, un proceso fomentado por los malentendidos de los médicos con respecto a la naturaleza y la trayectoria del resultado positivo esperado de una sola conmoción cerebral. Este caso ilustra el riesgo iatrogénico potencial al fomentar una percepción errónea de daño cerebral entre los veteranos de combate con problemas cognitivos. Se exploran las trampas comunes en el manejo clínico mal dirigido de estos veteranos.