Investigación sobre el envejecimiento saludable

Investigación sobre el envejecimiento saludable
Acceso abierto

ISSN: 2261-7434

abstracto

¿Cómo controlar el estrés causado por el COVID-19?

mahdi naeim

El estrés y la ansiedad son necesarios en la vida en pequeña medida y en ocasiones mejoran el rendimiento de las personas, pero en ocasiones y en situaciones como la actual, cuando la enfermedad es prevalente en todo el mundo, este estrés es mayor de lo habitual y causa problemas al hombre que deben ser controlados. Cuando este estrés, preocupación, miedo y ansiedad se intensifican y persisten, se vuelven anormales y morbosos y causan una variedad de reacciones, incluidas reacciones físicas, cognitivas, emocionales y conductuales. Las reacciones físicas al estrés incluyen aumento del ritmo cardíaco, sudoración, boca seca, temblores, mareos, dificultad para respirar, dolor de cabeza y dolores musculares, irritabilidad, fatiga, malestar estomacal, micción frecuente, disminución de la energía, cansancio, problemas para dormir, es un cambio en apetito y así sucesivamente.1,2 El componente cognitivo incluye pensamientos y creencias acerca de que la persona se lesiona o pierde el control de la situación. Por lo tanto, el estrés conduce a una disminución de la capacidad de pensar, una disminución de la capacidad de atención y concentración, problemas relacionados con la memoria y el recuerdo, problemas de magnificación y catastrofismo, etc. Las reacciones emocionales incluyen miedo, preocupación, tristeza, pérdida de interés en las actividades placenteras normales, sentimientos de frustración, irritabilidad, ira, sentimientos de impotencia, etc. Las reacciones de comportamiento incluyen evitar ciertas situaciones, hacer preguntas frecuentes sobre cómo van las cosas, buscar constantemente el sentido común, culpar a otros, difundir rumores, dependencia de alcohol y drogas, etc.2,3 En la situación actual, el el coronavirus es una preocupación y necesita atención y cuidado, especialmente cuando nos sentimos amenazados y no tenemos la capacidad necesaria para enfrentarlo, es natural experimentar ansiedad, preocupación, ansiedad y miedo. Hay varias razones para este estrés, incluida la velocidad con la que la enfermedad se propaga de epidemia a pandemia; Desconocimiento y completo desconocimiento de este virus en cuanto a sus signos y síntomas; Los métodos de transmisión, los métodos de prevención y atención primaria, la duración de la enfermedad, los métodos de tratamiento y sus consecuencias, la existencia de información contradictoria, infodemias o estadísticas e información poco fiable y su magnificación a través de las redes sociales, etc. han provocado estrés, miedo y la preocupación por esta enfermedad se convierte en mucho más que la propia enfermedad.3-5

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