ISSN: 2165- 7866
Daniel Cavanaugh*
Aunque el aprendizaje automático como concepto ha existido desde los primeros días de la informática, es seguro decir que su impacto, así como el interés general en el tema, nunca ha sido mayor. Los grandes servicios de transmisión y las tiendas en línea utilizan redes neuronales para formar recomendaciones y han hecho posible innovaciones como el reconocimiento facial. Desde la primera máquina de red neuronal llamada SNARC en 1951, pasando por vencer a los humanos en el ajedrez, hasta proyectos más nuevos y ambiciosos como Neura link, el aprendizaje automático ha cambiado y mejorado constantemente, pero ¿qué significa eso para el campo de la seguridad de la información? Aunque las posibles implicaciones de esta tecnología en prácticamente cualquier campo no son seguras, existen algunas ideas sobre cómo el aprendizaje automático podría mejorar aún más las herramientas de seguridad disponibles para nosotros, así como algunos temores sobre su uso indebido.