ISSN: 2155-9880
Nicolas Vuilleumier, Sabrina Pagano, Kenza Lahlou, Poncet Antoine, Emmanuel Charbonney, Gary L. Norman, Francois Mach y Pascale Roux-Lombard
Antecedentes:La inflamación relacionada con la aterosclerosis cumple los tres postulados de Koch requeridos para ser considerada como una enfermedad autoinmune. En consecuencia, varios autoanticuerpos se han asociado con un mayor riesgo cardiovascular (CV), lo que sugiere que podrían ser de ayuda para la estratificación del riesgo cardiovascular en el futuro.
Objetivos:comparar la precisión pronóstica de los autoanticuerpos frente a los dominios I y IV de la β2 glicoproteína I (anti-β2GPI), cardiolipina, apolipoproteína A-1 (anti-apoA-1 IgG), proteína de choque térmico 60 (anti-HSP-60) y fosforilcolina (anti-PC IgM) para la predicción de eventos cardiovasculares mayores (MACE) a 12 meses después de un infarto de miocardio (IM).
Métodos: Los autoanticuerpos se evaluaron prospectivamente mediante ELISA en 221 pacientes con infarto de miocardio sin enfermedades autoinmunes que completaron los 12 meses de seguimiento. La precisión de los pronósticos se evaluó mediante la recepción de análisis de la curva característica operativa (ROC) y los análisis de riesgo se realizaron mediante el modelo de regresión de Cox.
Resultados: la tasa de MACE fue del 14 % durante el seguimiento. Entre los autoanticuerpos probados, se encontró que los anticuerpos IgG anti-apoA-1 eran los únicos candidatos que predecían significativamente MACE posteriores ((Área bajo la curva (AUC): 0,65; p = 0,007)). Se observó una tendencia no significativa para los anticuerpos anti-cardiolipina (AUC: 0,59; p=0,05) y anti-HSP-60 (AUC: 0,58; p=0,06). No se recuperó ninguna asociación para otros autoanticuerpos. Los análisis de regresión de Cox indicaron que la positividad de IgG anti-apoA-1 se asoció con un aumento de 4 veces en el riesgo de MACE, independientemente de la puntuación de riesgo global de Framingham a 10 años (proporción de riesgo: 3,8; p=0,002)
Conclusiones:En este estudio de comparación prospectivo directo realizado en pacientes de prevención secundaria, la IgG anti-apoA-1 apareció como el candidato con la precisión pronóstica MACE más fuerte e independiente en entornos no autoinmunes. .