ISSN: 2329-6488
Mona Eklund y Agneta Ojehagen
Objetivo: Las personas que padecen enfermedades psiquiátricas tienen más del doble de riesgo a lo largo de su vida de adquirir un trastorno por consumo de alcohol o drogas. Además, el uso de sustancias peligrosas perjudica los resultados del tratamiento y prolonga la duración de la enfermedad entre las personas con trastornos mentales. El objetivo de este estudio fue investigar el consumo de sustancias entre personas con discapacidades psiquiátricas que reciben servicios de salud mental municipales, cualquier asociación con variables sociodemográficas y de bienestar, con el diagnóstico o el nivel de funcionamiento, y cualquier cambio en un 15- mes de seguimiento.
Métodos: Ciento veintitrés personas con discapacidades psiquiátricas pero sin trastorno por consumo de sustancias diagnosticado participaron y completaron el Test de Identificación de Trastornos por Consumo de Alcohol (AUDIT) y el Test de Identificación de Trastornos por Consumo de Drogas (DUDIT) al inicio y en el seguimiento. Se emplearon cuestionarios de autoinforme para estimar diferentes aspectos del bienestar en términos de calidad de vida y salud autoevaluada. El nivel de funcionamiento y la gravedad de los síntomas psiquiátricos se evaluaron mediante la escala Global Assessment of Functioning (GAF).
Resultados: El diecinueve por ciento de los participantes tenían un consumo peligroso de alcohol (14 %) o drogas (5 %) al inicio del estudio, mientras que el 23 % no consumía alcohol y el 89 % no consumía drogas. Dado que solo unos pocos participantes informaron sobre el consumo de drogas, los análisis inferenciales se concentraron en el consumo de alcohol. Los participantes de origen extranjero y educación más baja tenían menos probabilidades de exhibir consumo de alcohol, incluido el consumo peligroso de alcohol. El sexo y la edad no se relacionaron con el consumo de alcohol, al igual que las variables de bienestar, nivel de funcionamiento, gravedad de los síntomas y diagnóstico autoinformado. Los patrones de consumo de alcohol y drogas se mantuvieron estables durante el seguimiento.
Conclusión: Los hallazgos contribuyen con el conocimiento sobre el uso de sustancias peligrosas entre las personas con discapacidades psiquiátricas e indican que las medidas preventivas están justificadas dentro de los servicios de salud mental del municipio. El personal de los servicios de salud mental de los municipios debe estar alerta sobre este tema y se debe considerar la detección del uso peligroso de alcohol y drogas.