ISSN: 2167-1044
Helen Ding*
Hay un creciente cuerpo de evidencia que relaciona la microbiota intestinal con los trastornos de ansiedad. Los estudios que utilizan modelos de roedores libres de gérmenes (GF) han demostrado que la colonización bacteriana del intestino es crucial para el desarrollo del sistema nervioso central (SNC), el sistema nervioso entérico (ENS) y el eje hipotálamo-pituitario-suprarrenal (HPA). Además, la evidencia apunta hacia el importante papel de la microbiota intestinal en la inducción de la respuesta de ansiedad, con un microbioma intestinal alterado que conduce a aberraciones en los comportamientos relacionados con el estrés y la ansiedad. En sujetos humanos, se ha demostrado que la ingestión de probióticos reduce los síntomas de ansiedad, lo que fortalece aún más el vínculo entre el microbioma intestinal y la ansiedad. En este artículo, revisamos los estudios que examinan la relación entre la microbiota intestinal y la ansiedad, y discutimos los mecanismos propuestos y la dirección futura de la investigación.