Trastornos pancreáticos y terapia

Trastornos pancreáticos y terapia
Acceso abierto

ISSN: 2165-7092

abstracto

Colangiopancreatografía retrógrada endoscópica guiada por sonda G; Un procedimiento que salva vidas

Yasir Alazzawi, Matthew Fasullo, Christopher Marshall y Wahid Wassef

Introducción: La colangitis aguda es una consecuencia de la obstrucción e infección de la vía biliar. La colangiopancreatografía retrógrada endoscópica (CPRE) es clave en el tratamiento de elección de la colangitis aguda, ya que la extracción del cálculo y/o la inserción de un stent establecen el drenaje biliar y el alivio de la infección. La variación anatómica después de la cirugía de bypass gástrico en Y de Roux o los pacientes con obstrucciones esofágicas como en nuestro caso son propensos a hacer que la intervención temprana mediante CPRE sea un desafío. Describimos un informe de caso de colangitis séptica en un paciente a quien el acceso a la sonda de gastrostomía (sonda G) permitió la realización exitosa de una CPRE que de otro modo sería imposible. Reporte de caso: Hombre de 75 años con múltiples comorbilidades y estado de cáncer de esófago posterior a la colocación de una sonda G por desnutrición que presentó colangitis. Al ingreso, el paciente presentó fiebre, náuseas y disminución del nivel de actividad. Su evaluación inicial mostró que el paciente tenía una sepsis con fiebre de 99.6, leucopenia con glóbulos blancos de 2.0, elevación de las enzimas hepáticas con fosfatasa alcalina de 238, alanina aminotransferasa de 48, bilirrubina total de 1.2 y ácido láctico de 3.2. Su estudio infeccioso incluyó hemocultivos en los que creció Enterobacter cloacae. Su tomografía computarizada mostró cálculos en el conducto biliar común. La CPRM demostró un cálculo obstructivo del colédoco distal de 1,3 cm con dilatación biliar extrahepática e intrahepática. La CPRE no tuvo éxito debido a una masa esofágica parcialmente obstructiva. Después de cambiar a un endoscopio pediátrico pequeño, el endoscopio pudo pasar la masa y mostró una buena visualización de la ampolla, pero la intervención terapéutica no tuvo éxito. El paciente fue traído de vuelta para un segundo intento usando su sonda G. Se pasó un alambre bajo fluoroscopia adyacente al tubo G y luego se retiró el tubo G. Luego se utilizó un sistema de anclaje de stent con la colocación de 3 anclajes. Posteriormente, se colocó un stent axios (stent metálico autoexpandible aposición de luz) bajo combinación de visión directa y fluoro. A continuación, se suturó el stent para evitar la migración. Tras la colocación del balón del stent se realizó dilatación del interior del stent hasta un tamaño de 15 mm. Después de la dilatación sobre un alambre dentado, se pasó el endoscopio de la CPRE a través del stent y se usó para canular la ampolla. Se realizó una esfinterotomía y se extrajo el cálculo con un catéter con balón. Después de completar la extracción del cálculo, se retiró el stent Axios y se reemplazó una sonda G y se confirmó la posición con contraste. El paciente toleró el procedimiento sin ninguna complicación, su bilirrubina se normalizó y el paciente fue dado de alta estable al día siguiente con un ciclo total de 14 días de antibióticos. Conclusión: en pacientes con colangitis con acceso limitado, los sitios de sonda G proporcionan un valor de acceso útil para examinar el tracto gastrointestinal para la intervención terapéutica.

Descargo de responsabilidad: este resumen se tradujo utilizando herramientas de inteligencia artificial y aún no ha sido revisado ni verificado.
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