ISSN: 2153-0637
Xavier Verhelst
El estudio de la glucómica clínica??? ha llevado al descubrimiento de una multitud de biomarcadores basados en la glucómica en una variedad de enfermedades. Utilizando electroforesis de carbohidratos asistida por fluoróforo asistida por secuenciador de ADN (DSA-FACE), nuestro grupo de investigación pudo definir alteraciones específicas del N-glucoma en el contenido total de proteína sérica. Estas firmas glucómicas específicas se pueden utilizar para diagnosticar fibrosis hepática, cirrosis hepática y esteatohepatitis no alcohólica con una alta sensibilidad y especificidad. Recientemente, también demostramos que el perfil glucómico diagnóstico para la cirrosis también es predictivo del desarrollo de carcinoma hepatocelular en pacientes cirróticos. Basándonos en nuestra amplia experiencia en biomarcadores basados en la glucómica para la enfermedad hepática, exploramos el potencial de los biomarcadores basados en la glucómica en el trasplante de hígado. Dos proyectos son potencialmente relevantes para la práctica clínica. Primero, analizamos muestras de suero de pacientes después de un trasplante de hígado. En una cohorte de un solo centro de 127 pacientes con trasplante hepático, una firma glucómica específica en suero, siete días después del trasplante hepático, se relacionó de forma independiente con la pérdida del injerto durante el primer año después del trasplante hepático con un cociente de riesgos instantáneos de 7:22 (p<0,001; 95 % IC 2,35-22,12) para la pérdida del injerto a los tres meses del trasplante hepático. En un segundo proyecto, se analizó el perfil N-glucómico del perfusato, el líquido en el que se transporta el hígado del donante al aceptor, y se descubrió un perfil predictivo de no función primaria (FNP) del hígado tras el trasplante. La FNP es una insuficiencia hepática aguda en las primeras horas después del trasplante hepático que requiere un retrasplante rápido para evitar la muerte del paciente. Este nuevo biomarcador responde a una enorme necesidad médica. Ambos biomarcadores ilustran la validez de los biomarcadores basados en la glucómica en la enfermedad hepática y el trasplante de hígado. Además, la tecnología DSA-FACE permite una fácil implementación en equipos de laboratorio de rutina.