ISSN: 2167-7700
Caibao Jin, Qing Li, Xiaojian Zhu y Li Meng
La suspensión del tratamiento con inhibidores de la tirosina quinasa (TKI) es un objetivo emergente del tratamiento de la leucemia mieloide crónica (LMC). Varios estudios han demostrado la viabilidad de suspender el tratamiento. Parece ser necesaria una respuesta molecular sostenida en la terapia a largo plazo con TKI antes de intentar la remisión sin tratamiento (TFR). Sin embargo, no había características o indicadores disponibles que pudieran predecir el resultado de la interrupción de los TKI ahora. En nuestra opinión, los factores que podrían reflejar la probabilidad de progresión de la leucemia residual mínima, como las células madre de la leucemia y el microambiente, podrían desempeñar un papel fundamental. Además, los métodos novedosos para un mayor seguimiento también atraerían mucho la atención de los investigadores en esta área.