ISSN: 2329-9096
Sarah Eickmeyer, Tara Mencías, Michael Stadler, Jason Liu, Alexis Visotcky, Becky Massey y Bruce Campbell
Objetivo: El dolor o la debilidad en el hombro, el linfedema y la xerostomía son deficiencias conocidas relacionadas con el tratamiento del cáncer de cabeza y cuello, que a menudo conducen a una discapacidad significativa. El propósito de este estudio es determinar los patrones de derivación a rehabilitación para estas deficiencias en pacientes que se sometieron a una cirugía primaria que incluyó disección de cuello e identificar posibles predictores de necesidad de rehabilitación. Diseño: Revisión retrospectiva de gráficos. Lugar: Hospital de tercer nivel. Pacientes: pacientes a los que se les extirparon diez o más ganglios linfáticos mediante disección del cuello. Métodos y medidas de resultado: se registraron datos demográficos, antecedentes de cáncer, síntomas y remisiones a rehabilitación por dolor o debilidad en el hombro, linfedema y xerostomía. Resultados: se identificaron 155 pacientes con una edad media de 61,4 años. 29 pacientes (20,1%) tenían dolor o debilidad en el hombro, 39 pacientes (27,9%) tenían linfedema y 72 sujetos (50,7%) tenían xerostomía. El 24,1% de los pacientes con dolor o debilidad en el hombro, el 51,3% con linfedema y el 61,1% con xerostomía no recibieron derivaciones para rehabilitación. La radiación adyuvante se asoció con dolor o debilidad en el hombro (p=0,0004), linfedema (p=0,001) y xerostomía (p<0,001). Un mayor número de ganglios linfáticos extirpados (p=0,009) y la colocación de un drenaje durante >4 días después de la operación (p=0,002) se asociaron con linfedema. Conclusión: La mayoría de los pacientes con dolor o debilidad en el hombro fueron derivados a rehabilitación, pero menos de la mitad de los pacientes con linfedema o xerostomía fueron derivados a un tratamiento de rehabilitación adecuado. Además de la radiación, que es una asociación conocida para estas deficiencias comunes después del tratamiento de HNC, una mayor cantidad de ganglios linfáticos extirpados y la colocación prolongada de drenajes pueden identificar a los pacientes con riesgo de linfedema.