Federico Marcio Varela Ayres de Melo Junior
Introducción: Las mordeduras de mayor interés para el cirujano dentista son las causadas por animales domésticos, especialmente perros y gatos. Estas lesiones son de gran importancia, ya que tienen un alto índice de contaminación y pueden causar, además de infecciones locales graves, algunas enfermedades sistémicas causadas por bacterias, virus, protozoos y parásitos. Propósito: Aclarar y explicar posibles diferencias en cuanto al tratamiento de estas lesiones. Caso clínico: Paciente masculino, 3 años, víctima de agresión física por un perro de su propia familia, fue llevado a urgencias del Hospital de referencia de Recife, Pernambuco, Brasil, en regular estado general, deambulando, consciente, orientado, afebril y eupneico. Al examen clínico se encontró herida extensa en cuero cabelludo, laceración y contusión en región de pabellón auricular derecho con hemorragia profusa. Bajo anestesia general, el tratamiento se basó en enjuagues estrictos con solución salina al 0,9% y polivinilpirrolidona, el equipo realizó la extracción de cuerpos extraños, desbridamiento de tejidos desvitalizados y hemostasia de los vasos sanguíneos. Se instruyó a los miembros de la familia para que observaran al animal infractor durante 10 días. No se indicó profilaxis antitetánica porque el niño estaba vacunado. No hubo complicaciones postoperatorias y la cicatrización de la herida logró buenos resultados. Conclusión &erio; significado: Las heridas por mordedura se tratan de manera un poco diferente a las demás, ya que tienen saliva rica en microbiota, siendo altamente susceptibles a la infección. En cuanto a la necesidad de profilaxis de la rabia humana, el paciente debe ser derivado a un servicio especializado, y el animal infractor debe mantenerse aislado de otros individuos y animales.