ISSN: 2329-9096
Birgitta Johansson y Lars Ronnback
Objetivo: después de una lesión cerebral traumática (TBI) o un accidente cerebrovascular, la fatiga mental a largo plazo puede ocurrir con un impacto significativo en el trabajo e interacciones sociales. Con la intención de medir la fatiga mental independientemente de la enfermedad neurológica, desarrollamos la Escala de Fatiga Mental (MFS). La escala incorpora síntomas afectivos, cognitivos y sensoriales, duración del sueño y variación diurna en la gravedad de los síntomas. En este estudio, evaluamos el MFS y su relación con las funciones cognitivas y emocionales. Participantes: Se incluyeron en el estudio controles sanos y sujetos bien rehabilitados que padecían fatiga mental después de una lesión cerebral traumática leve, una lesión cerebral traumática cerebral o un accidente cerebrovascular (de 19 a 69 años de edad). Resultados: Los resultados mostraron que MFS es invariable con la edad, el género y la educación. Se sugiere una puntuación de corte de 10,5. De las funciones cognitivas medidas, se encontró que la velocidad de procesamiento de la información era un predictor significativo para la calificación en MFS. Descubrimos que un efecto significativo sobre la depresión entre los controles y los sujetos con lesiones cerebrales puede ser una conclusión engañosa si no se considera el efecto de la fatiga mental. Conclusiones: Sugerimos que el MFS esté relacionado con el deterioro mental después de una lesión cerebral. Este estudio también demostró que la fatiga mental debe tratarse como una construcción separada y no debe confundirse con la depresión o la ansiedad.