ISSN: 2379-1764
Hyun Kyung Kim, Justin Fernández y Seyed Ali Mirjalili
Antecedentes: Sigue siendo controvertido si las cargas excesivas impuestas al complejo del tobillo y el pie durante las carreras de larga distancia tienen un efecto nocivo. El objetivo de esta revisión sistemática es determinar si las carreras de larga distancia provocan cambios visibles en el tobillo y el pie en las imágenes por resonancia magnética (IRM).
Métodos: se realizaron búsquedas en Scopus, Web of Science, Embase y Ovid Medline utilizando términos clave en relación con los hallazgos de IRM del tobillo y el pie en respuesta a carreras de larga distancia, publicados entre 1990 y 2016 La búsqueda final se realizó el 19 de septiembre de 2016. Los estudios se identificaron mediante criterios de inclusión y exclusión. La calidad metodológica se evaluó mediante un Índice de Calidad modificado.
Resultados: La búsqueda en la base de datos arrojó inicialmente 551 artículos y se filtró en base a criterios de inclusión y exclusión, resultando finalmente en cuatro artículos. Se reportó edema en astrágalo, tibia, calcáneo, escafoides, cuboides y cuneiformes. Apareció una alteración significativa en la intensidad de la señal y/o edema en el calcáneo en el punto de inserción de Aquiles, intraóseo y subcutáneo durante la carrera de larga distancia. El diámetro del tendón de Aquiles también aumentó significativamente. Sin embargo, al comparar entre finalistas y no finalistas de la carrera, la aponeurosis plantar y subcutánea fueron solo significativamente diferentes, reportando una alta tasa de edema en los no finalistas. Además, un estudio adoptó el mapeo de T2* y encontró una alteración significativa en los valores de T2* en el cartílago tibioastragalino, pero el valor disminuyó inesperadamente en medio de una carrera de larga distancia.
Conclusión: Esta es la primera revisión sistemática que determina el efecto de las carreras de larga distancia en el tobillo y el pie mediante resonancia magnética. Muestra que correr largas distancias puede causar sutiles cambios patológicos y bioquímicos en el tobillo y el pie, incluidos el astrágalo, la tibia, el grupo distal y proximal de los huesos del tarso, el quinto metatarsiano, los tejidos blandos y los tendones de Aquiles. Sin embargo, no hay evidencia de que estos cambios tengan relevancia clínica.