ISSN: 2332-0761
Dallas Blaney
En 2005, un grupo de expertos en recursos hídricos emitió una declaración engatusando a los tomadores de decisiones para que privilegiaran las necesidades de la naturaleza en sus estrategias de gestión del agua. En efecto, su Declaración de Brisbane popularizó la idea de los caudales ambientales, un concepto que centra la atención en la cantidad, la calidad y el momento del agua necesarios para sustentar un ecosistema dependiente. En este ensayo pregunto qué tan bien se ha mantenido este concepto frente a las presiones políticas de la popularidad. Con este fin, examino los diversos significados inscritos en el concepto de flujos ambientales en su viaje a través del tiempo y el espacio. Mis hallazgos descubren algunas observaciones con respecto a la necesidad de una mayor atención a la gestión de conceptos. Los hallazgos también revelan algunas revelaciones sorprendentes sobre las fuerzas que actúan detrás de la alteración conceptual y las perspectivas de luchar contra estas fuerzas en nuestra condición global actual de mayor ansiedad económica.