ISSN: 2161-1149 (Printed)
Gelse K, Beyer, Welsch G y Blanke M
Las técnicas de estimulación de la médula ósea se aplican con frecuencia para inducir la reparación del cartílago. Además de la condrogénesis insuficiente de las células madre de la médula ósea (BMSC) que crecen hacia dentro, estas técnicas se ven obstaculizadas por la osificación excesiva con formación de osteofitos intralesionales, en los que las BMSC que crecen hacia adentro tienden a sufrir el programa inherente de osificación endocondral. Dentro de este programa, el fenotipo de condrocitos solo representa un estado transitorio al que sigue la diferenciación de condrocitos terminales y la sustitución del tejido cartilaginoso por tejido óseo. El factor de transcripción Runx2 se considera la fuerza impulsora de la osificación endocondral, que integra señales de factores de crecimiento que se liberan de la médula ósea, incluidas las proteínas morfogenéticas óseas (BMP), el factor de crecimiento de fibroblastos 2 y miembros de la familia Wnt, entre otros.
Factores antihipertróficos como la PTHrP o proteínas antiangiogénicas como la condromodulina-I o la trombospondina-1 pueden inhibir la osificación endocondral. Además, los antagonistas de la señalización de BMP y Wnt pueden estabilizar el fenotipo de condrocitos no hipertróficos. Sin embargo, la generación de tejido cartilaginoso estable no solo depende de factores extracelulares sino también del destino de la población celular de origen. Independientemente del espectro de estímulos específicos, las BMSC tienden a convertirse finalmente en osteocitos en lugar de condrocitos. Dado que existe una evidencia creciente de la regulación epigenética, incluida la metilación del ADN y la modificación de histonas para genes relevantes para el cartílago, los estudios futuros deberán explorar el papel de la impronta genómica de las BMSC adultas. Sin embargo, mientras las herramientas que estabilicen un fenotipo específico de condrocitos de BMSC adultas no estén disponibles en la rutina clínica, el trasplante de condrocitos diferenciados puede seguir siendo el método de elección para la reparación del cartílago.