ISSN: 2157-7048
Abdellatif Barakat y Claire Mayer-Laigle
Hoy en día, la mayoría de las tecnologías utilizadas para fraccionar materiales vegetales se basan en procesos químicos costosos que a menudo tienen impactos ambientales negativos al consumir agua, energía y solventes y crear grandes cantidades de efluentes. Además, durante el paso de separación, los componentes principales a menudo se degradan parcialmente. Lograr altos rendimientos de fraccionamiento manteniendo la integridad de la estructura macromolecular es un gran desafío para la próxima generación de procesos de refinación de biomasa. La separación electrostática (ES), que permite la producción de fracciones enriquecidas en compuestos de interés conservando sus funcionalidades (nativas), se ha convertido en una biotecnología ecológica para el fraccionamiento de recursos agrícolas en condiciones secas. En esta revisión se evalúa el potencial de los SE en un esquema de biorrefinería y se identifican los obstáculos tecnológicos que aún deben superarse para su pleno despliegue a escala industrial.