ISSN: 2157-7013
Cleofina Bosco y Eugenia Díaz
Los datos epidemiológicos y clínicos indican que el consumo de alcohol durante el embarazo sigue siendo un problema importante de salud pública, ya que muchas mujeres embarazadas siguen bebiendo alcohol a pesar de las recomendaciones clínicas y las campañas de salud pública que advierten sobre los riesgos asociados. Es bien sabido que el consumo materno de etanol durante el embarazo tiene efectos nocivos sobre el feto en desarrollo. Entre estos efectos se encuentra el llamado Trastorno del Espectro Alcohólico Fetal (TEAF). El síndrome de alcoholismo fetal (FAS) es una forma grave de FASD y también una condición irreversible. Aunque todos los niños nacidos de madres alcohólicas muestran anomalías, en algunos casos estas pueden no ser claramente observables. Existe un amplio espectro de anomalías independientemente de la cantidad y el patrón de exposición al alcohol, diferencias en el metabolismo materno, fetal y placentario del etanol/acetaldehído, así como factores genéticos. En este artículo presentamos algunos de los efectos del alcoholismo materno sobre las funciones placentarias y cómo afecta el desarrollo pulmonar