ISSN: 2329-9096
Bjørnar Berli, Randi Dalen, Bente Oldren y Torbjorn Rundmo
Objetivo: Los objetivos del estudio actual fueron investigar los efectos de una intervención multidisciplinaria intervención (MDI) para pacientes con esclerosis múltiple (EM) y enfermedad de Parkinson (EP) sobre la capacidad física y el estado de salud autopercibido, y para examinar la relación entre la capacidad física y el estado de salud en estos grupos de pacientes.
Métodos: 110 pacientes (44 con EP, 66 con EM) se inscribieron en un programa MDI para pacientes hospitalizados de 4 semanas. Antes y después de la intervención, se administraron medidas del estado de salud (SF-12) y la capacidad física (caminar durante 6 minutos, prueba cronometrada de levantarse y andar y prueba de sentarse y levantarse).
Resultados: Los resultados mostraron mejoras significativas en el rendimiento físico y un mayor estado de salud física y mental en ambos grupos de pacientes. El estado de salud física (PCS) se correlacionó significativamente con las tres pruebas físicas. Las puntuaciones de las pruebas físicas mostraron un valor predictivo significativo en PCS. Pocos estudios previos han explorado los efectos de los programas de tratamiento intensivos y breves para pacientes hospitalizados sobre las medidas de calidad de vida en estos grupos de pacientes. Los resultados del estudio actual sugieren que la rehabilitación hospitalaria intensiva corta es efectiva para producir mejoras a corto plazo.
Conclusión: La conclusión es que los pacientes con esclerosis múltiple y enfermedad de Parkinson parecen beneficiarse de una intervención multidisciplinar, mejorando las percepciones objetivas y subjetivas de la salud. Como era de esperar, la capacidad física estuvo estrechamente relacionada con la salud física percibida, pero no con la salud mental, lo que destaca la importancia de abordar los síntomas psicológicos por separado en el tratamiento. Conociendo la heterogeneidad de entre los dos grupos de pacientes en cuanto a síntomas y discapacidad, encontrando un ‘ideal’ la intervención entre pacientes es casi imposible. Esta variación dentro de los grupos de pacientes dificulta el estudio de los mecanismos de cambio o las vías que conducen a mejoras en la calidad de vida. Se proponen dos mecanismos plausibles: primero, las mejoras en el nivel de la función física pueden influir positivamente en el estado de salud. En segundo lugar, el enfoque holístico y multidisciplinario del tratamiento puede centrarse en factores no motores importantes para el estado de salud percibido por el paciente. Los resultados del estudio actual también respaldaron un enfoque multidisciplinario holístico de los tratamientos para pacientes con enfermedad de Parkinson y esclerosis múltiple.