ISSN: 2161-0495
Marion Lainé, Gaélle Mourissoux y Fabrice Camou
La colchicina es un alcaloide de la familia de los venenos para husos. Se utiliza principalmente como tratamiento y prevención de la gota u otras formas de artritis microcristalina, de la fiebre mediterránea familiar, de la enfermedad de Behçet y de la pericarditis. Tiene un índice terapéutico estrecho y la sobredosis de colchicina se asocia con una alta tasa de mortalidad [1]. En cuanto al curso clínico de la intoxicación por colchicina, la primera fase está dominada por síntomas gastrointestinales (0-24 horas); la segunda fase se caracteriza por disfunción multiorgánica, alteraciones metabólicas y supresión de la médula ósea (1-7 días). Los pacientes que sobrevivan entrarán en la tercera fase (7-21 días) mediante la recuperación de la depresión de la médula ósea y la resolución de la insuficiencia orgánica [2]. La muerte por intoxicación aguda con colchicina generalmente se debe a un colapso hemodinámico y arritmias cardíacas (generalmente 24 a 36 horas después de la ingestión), pero no se ha informado previamente sobre un shock cardiogénico temprano [3,4].