ISSN: 2155-9570
Kendrick Co Shih, Suk Ming Yim, Johnny Chun Yin Chan, Shun Kit Chan, Jimmy Shiu Ming Lai y Leonard Yuen
Introducción: La necrólisis epidérmica tóxica (NET) es una enfermedad rara pero potencialmente condición mucocutánea amenazante asociada con hipersensibilidad idiosincrásica a ciertas drogas. La afectación oftálmica es común, afectando típicamente la superficie ocular y los párpados. Los sobrevivientes a menudo sufren ceguera bilateral resultante y sequedad o dolor ocular.
Objetivo: Informar sobre el tratamiento exitoso de la enfermedad grave de la superficie ocular durante la etapa aguda de la necrólisis epidérmica tóxica mediante el trasplante temprano de membrana amniótica en ambos ojos en un paciente pediátrico chino.
< strong>Diseño: Informe de caso intervencionista
Informe de caso: Una niña china de 15 años fue trasladada a la unidad de cuidados intensivos del Queen Mary Hospital, Hong Kong con TEN después de tomar cefuroxima oral y diclofenaco. Desarrolló queratoconjuntivitis bilateral, defectos epiteliales corneales difusos (80-90% de la superficie de la córnea) y posteriormente simbléfara bilateral. Después del tratamiento inicial con varillas diarias, lubricantes tópicos, esteroides y antibióticos, su condición no mejoró. El trasplante de membrana amniótica (AMT) bilateral se realizó sobre la córnea, el fórnix, la conjuntiva tarsal y bulbar el día 10 de la enfermedad.
Al alta del hospital (semana 7 postoperatoria), el paciente presentaba una agudeza visual estenopeica de 6/7,5 en el ojo derecho y 6/6 en el ojo izquierdo. Eventualmente se le quitó toda la medicación tópica. La agudeza visual finalmente se recuperó a 6/6 en ambos ojos en la semana 20 después de la cirugía. Había leve simbléfaron forniceal residual y queratinización del margen palpebral. Continúa requiriendo lubricantes regulares por su condición crónica de la superficie ocular.
Conclusión: El uso temprano de AMT minimizó el daño ocular y evitó la pérdida severa de la visión en un paciente pediátrico chino con inflamación bilateral severa de la superficie ocular secundaria a NET. El manejo efectivo depende de la comunicación temprana y activa entre la familia del paciente, los pediatras, los médicos de cuidados intensivos y los oftalmólogos.