Diario de Alcoholismo y Drogodependencia

Diario de Alcoholismo y Drogodependencia
Acceso abierto

ISSN: 2329-6488

abstracto

Conducción, mantenimiento con opiáceos y comedicaciones: una evaluación exhaustiva de 22 casos

Pekka Rapeli, Pekka Kuikka, Hanna Sillanpää, Carola Fabritius, Kaarlo Simojoki, Hely Kalska, Pirjo Lillsunde and Hannu Alho

Introducción: Los pacientes en tratamiento de mantenimiento con opiáceos (OMT) estable por dependencia de opiáceos son, por regla general, , considerado apto para conducir un automóvil. La polifarmacoterapia, sin embargo, es común en pacientes dependientes de opiáceos, y su asociación con la aptitud para conducir no es bien conocida. Por lo tanto, examinamos la capacidad de conducción de 22 pacientes con OMT, de los cuales la mayoría eran pacientes tratados con múltiples fármacos.

Material y métodos: La evaluación incluyó una prueba estándar de conducción en carretera, un examen clínico neurológico y pruebas cognitivas relacionadas con la conducción. Los pacientes con OMT se agruparon sobre la base de sus medicamentos psicoactivos en dos grupos. Se consideró que el primer grupo tenía una baja probabilidad de tener problemas de conducción relacionados con las drogas (n=10). Este grupo incluía pacientes tratados con agonistas opioides solos o junto con el antidepresivo de segunda generación o litio. El segundo grupo incluía pacientes con probable alteración de la conducción relacionada con las drogas (n=12). A todos los pacientes de este grupo se les administró al menos un fármaco de benzodiazepina (BZD),

Resultados: En la evaluación neurológica todos los pacientes con OMT cumplieron con los requisitos básicos para conducir. En la prueba de manejo, todos los pacientes del grupo con ‘deficiencia improbable para conducir relacionada con drogas’ y todos excepto uno en el grupo con ‘probable impedimento para conducir relacionado con las drogas’ fueron declarados aptos para conducir. Sin embargo, en la puntuación total de la prueba de conducción y en dos pruebas cognitivas relacionadas con la conducción, el grupo con ‘probable deterioro de la conducción relacionado con las drogas’ puntuaron significativamente más bajo que el grupo improbable (p = 0,021, 0,001 y 0,028, respectivamente). Dos casos con ‘probable impedimento para conducir relacionado con las drogas’ se describen en detalle.

Conclusiones: Los resultados de esta serie de casos respaldan la idea de que los pacientes con OMT en tratamiento estable, en general, están aptos para conducir. Al evaluar la aptitud para conducir de pacientes OMT individuales con polifarmacia, es esencial combinar información farmacológica y no farmacológica, como lo muestran dos descripciones de casos.

Top