ISSN: 2155-9880
Ashok Kumar Jayaraj y Sundar Kumar Kadarayandi Ganesan
Existe evidencia que ilustra que las etiologías de la disfunción del VI (ventrículo izquierdo) no isquémica, como la miocardiopatía de Takotsubo, el miocardio neurogénico aturdido y el miocardio aturdido posterior a la reanimación, tienen un resultado clínico favorable. El buen pronóstico en la disfunción del VI no isquémica nos da coraje para tratar la condición con buenas expectativas. Describimos aquí el caso único de una mujer de 33 años que inició quimioterapia combinada de oxaliplatino y 5-fluorouracilo para un adenocarcinoma de colon. El QTc inicial del paciente fue de 460 ms. Veinticuatro horas después del inicio de la quimioterapia, el paciente desarrolló 3 episodios discretos de convulsiones tonicoclónicas. La evaluación del electrocardiograma demostró un intervalo QTc prolongado (623 ms) con varios episodios de TdP. Dos episodios requirieron desfibrilación para volver a ritmo sinusal. El ecocardiograma posterior a la reanimación mostró una disfunción global grave del VI con una fracción de eyección del 33 %. Posteriormente, el paciente requirió ventilación mecánica debido a una disfunción grave del VI con edema pulmonar. Las posibles etiologías de la disfunción del VI en el presente caso incluyen la miocardiopatía de Takotsubo global, el miocardio con atontamiento neurogénico o el miocardio con aturdimiento posterior a la reanimación. La repetición del ecocardiograma 48 h después mostró una fracción de eyección del 60%. Aunque la disfunción miocárdica asociada con la miocardiopatía de Takotsubo, el miocardio con aturdimiento neurogénico y el miocardio con aturdimiento posterior a la reanimación se han descrito anteriormente de forma independiente, el presente caso es único en el sentido de que, hasta donde sabemos, la torsade de pointes se presentó con disfunción transitoria del ventrículo izquierdo después de varios episodios de convulsiones y post-reanimación. No se ha informado sobre la reanimación de miocardio aturdido que se estabilizó en un paciente después de la infusión de oxaliplatino y 5-fluorouracilo.