ISSN: 2161-0533
Nick Pasic, Dianne Bryant, Douglas Naudie y Kevin Willits
Antecedentes: Hay una serie de maniobras de exploración física que se utilizan para diagnosticar patología de cadera, pero la validez diagnóstica de estas maniobras es poco claro. Realizamos una revisión sistemática para evaluar el conocimiento actual sobre la validez diagnóstica de las maniobras de exploración física para la patología de cadera.
Métodos: Realizamos una búsqueda bibliográfica en las bases de datos electrónicas MEDLINE, CINAHL, EMBASE, Cochrane y SPORTDiscus. La calidad metodológica de cada estudio elegible se evaluó y clasificó de acuerdo con Sackett y Haynes’ fases de investigación diagnóstica, donde los estudios de Fase I y II representan prueba de concepto y los estudios de Fase III son aplicables a un entorno clínico.
Resultados: Ocho estudios se clasificaron como estudios de diagnóstico de fase III, cuatro de los cuales fueron metodológicamente rigurosos. En el diagnóstico de desgarros del labrum de la cadera, ni la prueba de pinzamiento (sensibilidad = 0,51-0,78, especificidad = 0,10-0,89) ni la prueba FABER (sensibilidad = 0,60, especificidad = 0,75) demostraron evidencia para respaldar clínicamente el uso de estas pruebas. En el diagnóstico de la patología del tendón glúteo, la prueba de Trendelenburg demostró cierta evidencia para su uso en un entorno clínico (sensibilidad = 0,23-0,73, especificidad = 0,77-0,94).
Conclusión: La validez diagnóstica de las pruebas clínicas para diagnosticar la presencia o ausencia de patología de cadera sigue siendo incierta. La mayoría de los estudios que respaldan la validez de estas pruebas carecieron de rigor metodológico y, por lo tanto, no pueden proporcionar evidencia para respaldar el uso de una prueba en la práctica clínica.