ISSN: 2155-9880
Ehab El-Sayed, Ahmed K Metawa, Mous¬tafa I Mokarrab, Islam Shawky, Moha¬mmad A Mousa y Mohammed E Saif
Antecedentes: El valor diagnóstico y pronóstico de la gammagrafía de perfusión miocárdica de esfuerzo está bien establecido en la literatura. La sensibilidad y especificidad de la prueba depende de múltiples factores. La carga de trabajo lograda durante el ejercicio en cinta rodante es uno de los determinantes más importantes. Por lo tanto, pensamos en evaluar la anatomía coronaria en un grupo de pacientes con baja tolerancia al ejercicio que mostraban pequeños defectos de perfusión en estudios MPI de estrés.
Material y métodos: Incluimos prospectivamente a 50 pacientes con defectos leves de perfusión y mala tolerancia al ejercicio. Se realizó coronariografía invasiva según decisión clínica del médico tratante. Todos los pacientes fueron sometidos a una historia completa y un examen clínico. La gammagrafía con SPECT de estrés Tc99m Sestamibi se realizó sobre la base de un protocolo de imágenes de estrés/reposo de 2 días (duración del ejercicio, frecuencia cardíaca máxima predicha para la edad (APMHR %), fracción de eyección (FE), dilatación isquémica transitoria y puntaje de duke en cinta rodante (DTS)) fueron grabados. Una estenosis coronaria ≥ El 75% se consideró significativo. En el estudio actual, APMHR <85% y/o una duración del ejercicio ≤ 7 min se consideró submáximo. Los datos se analizaron mediante la prueba de Chi-cuadrado utilizando el software SPSS (paquete estadístico para ciencias sociales). Los valores de P>0.05 se consideran significativos.
Resultados: Entre la cohorte del estudio, un total de 6 pacientes (12 %) tenían EAC significativa. En presencia de un pequeño defecto de perfusión en el contexto de baja tolerancia al ejercicio, se observó con mayor frecuencia una EAC significativa en pacientes con una duración del ejercicio ≥; 7 min, APMHR <85%, dilatación de la cavidad del VI inducida por estrés transitorio y DTS moderado/alto. Los seis pacientes con lesiones angiográficas significativas demostraron enfermedad de un solo vaso en todo el grupo. La distribución de las lesiones angiográficas fue la siguiente: RCA (4 pacientes) 66,7%, LAD (un paciente) 16,65% y LCX (un paciente) 16,65%.
Conclusión: en el contexto de baja tolerancia al ejercicio, un IPM negativo/un defecto de perfusión de tamaño pequeño puede no excluir una EAC significativa. Varios hallazgos clínicos, de estrés y SPECT-MPI pueden ayudar a predecir pacientes de alto riesgo. La consideración de estos factores puede mejorar la evaluación general de la probabilidad de CAD significativa en pacientes sometidos a estrés SPECT-MPI.