ISSN: 2161-1068
Christelle Dassi, Lydia Mosi, Bertin Akpatou, Charles A Narh, Charles Quaye, Danièle O Konan, Joseph A Djaman y Bassirou Bonfoh
La endemicidad de la úlcera de Buruli (UB), una infección por micobacterias no tuberculosas, ha aumentado significativamente en Costa de Marfil. El modo de transmisión exacto sigue siendo desconocido, pero la evidencia basada en el ADN de Mycobacterium ulcerans, el agente causal, ha implicado reservorios ambientales potenciales, similares a los que se sospecha en la transmisión a los humanos. El papel de los pequeños mamíferos en la transmisión ha recibido recientemente cierta atención por parte de la investigación. Basado en la hipótesis de que la ecología superpuesta de los hábitats humanos y animales favorecería la transmisión de micobacterias, el estudio tuvo como objetivo identificar infecciones similares a BU en pequeños mamíferos que viven muy cerca de los humanos, en comunidades endémicas. Ciento once animales quedaron atrapados dentro de cinco comunidades en dos áreas endémicas importantes, Daloa y Tabbo. La mayoría de los pequeños mamíferos atrapados fueron ratones, Mastomys natalensis, de los cuales 8 animales tenían lesiones externas. La PCR en muestras de órganos y lesiones identificó, predominantemente, mycobacterium spp, de las cuales cinco ratones dieron positivo para IS2404. La secuenciación IS2404 confirmó la infección en dos ratones como cepa Agy99 de M. ulcerans. Nuestros hallazgos sugieren que los pequeños mamíferos terrestres podrían ser susceptibles a las micobacterias, en particular, M. ulcerans, dentro de las comunidades endémicas en Côte d’Ivoire. También consolida la evidencia anterior que afirma su papel como reservorios ambientales potenciales de M. ulcerans en comunidades endémicas. La amenaza potencial para la salud pública de estos pequeños mamíferos justifica un “OneHealth” enfoque para investigar la ecología y la transmisión de M. ulcerans en países endémicos.