ISSN: 2329-8790
Slavik L, Janek D, Ulehlova J, Krcova V, Hlusi A y Prochazkova J
Anticuerpos anticardiolipina (ACL) y anticuerpos anti-β-2-glucoproteína I (anti-2GPI) representan dos de los tres criterios de laboratorio para la detección del síndrome antifosfolípido (APS). El dominio I (DI) en la anti-β-2-glucoproteína I es un nuevo objetivo para una mejor identificación de anticuerpos y puede estar asociado con el riesgo trombótico en el síndrome antifosfolípido.
Los anticuerpos anti-β2GPI que reaccionan específicamente con DI tienen una importancia clínica particular y se detectan más comúnmente entre pacientes con APS y otras enfermedades autoinmunes. Esta observación implica que, en comparación con los anticuerpos dirigidos a la molécula completa, los anticuerpos anti-DI tienen una mayor especificidad para APS. Las pruebas de rutina para anticuerpos anti-DI en la práctica clínica se pueden utilizar para una fácil diferenciación de sujetos portadores de anticuerpos anti- β2GPI clínicamente significativos de aquellos individuos con un perfil de autoanticuerpos benigno.
El objetivo de nuestro estudio fue determinar la importancia del dominio I en la anti-β-2-glucoproteína I como un nuevo biomarcador para determinar el riesgo trombótico en el síndrome antifosfolípido.
Investigamos la DI anti-β2GPI en un grupo de 74 pacientes con diagnóstico de síndrome antifosfolípido. Todos los pacientes tienen anticuerpos positivos en al menos una clase de ACL y anticuerpos anti-β2GPI.
Detectamos positividad DI anti-β2GPI en 21 muestras de nuestro grupo. Las complicaciones trombóticas se observaron en 21 de 74 pacientes. La incidencia de complicaciones trombóticas en el grupo total se estableció en un 28,4%, en comparación con el grupo DI anti-β2GPI positivo con una incidencia de complicaciones trombóticas del 57%. La realización del ensayo mejoró el valor predictivo positivo del 25 % antes de la prueba al 68 % para los pacientes con prueba positiva. El nuevo método quimioluminiscente para la detección de DI anti-β2GPI muestra un mejor cumplimiento del resultado clínico que el esquema de diagnóstico actual.