ISSN: 2329-9495
Md. Khizer Razak, Surbhi Gupta y Meena GL*
Objetivos & Objetivos: El objetivo de este estudio es comparar los resultados de la ecografía Doppler con potenciador (EDP) frente a la angio-TC en el seguimiento de pacientes con AAA (aneurismas de la aorta abdominal) tratados con EVAR (tratamiento endovascular) , comparar nuestros resultados con la literatura publicada y poder validar la EDP en nuestro hospital para el seguimiento de los AAA tratados mediante EVAR.
Material & Métodos: De todos los pacientes con AAA tratados mediante EVAR en nuestro hospital P.B.M ya los que se les están realizando controles, se seleccionaron aleatoriamente 22 pacientes. Se obtuvo el consentimiento informado de los pacientes tanto para la realización de la angio-TC de control como para la realización del PDE. A todos ellos se les realizó primero una angio-TC y luego una PDE. Dos radiólogos, uno con 21 años de experiencia en EDP y el otro radiólogo con 3 años de experiencia en angio-TC, analizaron de forma independiente los resultados de las pruebas sin conocer los resultados de la otra prueba.
Resultados: El diámetro medio del saco aneurismático residual medido por EDP fue de 64,49 ± 15,12 mm (41,5-104) con una mediana de 63 mm y medido por angio-TC mostró un diámetro promedio de 59,41 ± 17,54 mm (30-108) con una mediana de 59 mm. La angio-TC identificó una fuga en el 13,63% de los casos (n=3). El PDE demostró fuga en el 31,82% de los casos (n=7), todos tipo II; en el 85,72% de los casos (n=6) correspondieron a fugas hiperdinámicas tipo II (antes de los 100 segundos) y el 14,28% de los casos (n=1) correspondieron a fugas hipodinámicas tipo II (después de los 100 segundos). Los valores de sensibilidad, especificidad, valor predictivo positivo y negativo de la EDP fueron: sensibilidad 100%, especificidad 79%, valor predictivo positivo 43% y valor predictivo negativo 100%.
Conclusión: La PED es una técnica que no irradia, puede ser utilizada en pacientes en los que esté contraindicado el uso de contrastes yodados. Es más específico que el angio-TC para detectar fugas de bajo flujo, pudiendo considerarse como la primera modalidad de imagen en el seguimiento de pacientes tras EVAR. La PDE permite un ahorro económico ya que la angio-TC o la angio-RM son más caras que la realización de una PDE. Nuestros resultados concuerdan con los publicados por otros autores, pero necesitamos una serie más amplia para dar mayor solidez estadística a nuestros resultados. Existe una perfecta correlación entre ambas técnicas a la hora de valorar el diámetro del saco aneurismático residual.